Te mostramos los sitios imprescindibles que ver en Budapest en 3 días, desde palacios históricos, barrios y monumentos únicos en el mundo, hasta el imponente río Danubio y todo lo que lo arropa en sus orillas. No te pierdas de uno de los destinos más hermosos y sorprendentes de Europa.
Budapest, la capital imperial de Hungría, es una ciudad llena de historia, bendecida con aguas termales y una arquitectura imponente con el río Danubio de telón.
Está compuesta por tres ciudades unificadas: Buda y Óbuda en la orilla occidental del Danubio y Pest en la orilla este. Gran parte de su superficie ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin más preámbulos, descubre las mejores 15 cosas que ver y hacer en Budapest en 3 días.
Terminado en 1902, el Parlamento de Budapest es un impresionante edificio neogótico que domina la ribera del Danubio. Es una verdadera superestrella de postal. Tiene la friolera de 691 habitaciones, de las cuales más de 200 son oficinas, y alberga la Santa Corona y otras joyas reales.
El edificio tiene un aspecto fantástico desde cualquiera de sus ángulos, pero, para ver su belleza en todo su esplendor, te recomendamos apuntarte a la visita guiada por el Parlamento de Budapest.
Podrás apreciar su lujoso interior que te dejará sin palabras. Allí podrás ver, entre otras cosas, la corona de Esteban I, el primer rey de Hungría y la Antigua Cámara Alta, espacio actualmente no oficial pero que ilustra el aspecto del antiguo parlamento.
Además, en tu viaje a Budapest no dejes de ver uno de los monumentos más conmovedores de la ciudad: los Zapatos en el Danubio. Ubicado a solo 500 m del parlamento, rinde homenaje a las víctimas del Holocausto que fueron asesinadas en el lugar durante la Segunda Guerra Mundial.
El Puente de las Cadenas, de hierro forjado y piedra, fue inaugurado en 1849 y es el puente colgante más antiguo, famoso y fotografiado de Budapest. Más que un medio para cruzar el Danubio entre Buda y Pest, es visto como un símbolo de la resiliencia y la innovación húngaras.
Originalmente construido en el siglo XIX por el ingeniero inglés William Tierney Clark, fue destruido en su mayor parte durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque sufrió graves daños, sus pilares originales permanecieron intactos, y fue reconstruido a finales de la década de 1940.
Tiene dos carriles peatonales a cada lado, y es un bonito lugar para visitar en Budapest e ir simplemente a pasear cuando se pone el sol, o por la noche, cuando se encienden todas las luces.
Cuando te preguntas qué ver en Budapest en 3 días, es imposible dejar de lado el mundialmente famoso balneario de Széchenyi. Es un ornamentado oasis de relajación en aguas termales, que no son más que aguas ricas en minerales que brotan del suelo a unos 40 grados centígrados.
Tiene un total de 18 piscinas cubiertas y descubiertas, sauna seca y de vapor, servicios de masaje, tratamientos terapéuticos y mucho más. Si vienes aquí en invierno, además, te encantará la sensación del contraste entre el inclemente frío y las aguas calentitas y reconfortantes.
Si pensabas que empacar tu bañador y chanclas no era necesario, ya lo sabes, ¡no los olvides!
Dentro de lo más interesante de la ciudad están los “ruin bars de Budapest” o pubs en ruinas, situados en edificios abandonados que fueron recuperados para este fin. Son lugares muy originales y creativos, llenos de muebles que están ligeramente desgastados o son de lo más peculiares.
No puede haber una experiencia más auténtica que ir a cenar o simplemente tomarse una cerveza en uno de estos sitios. Cada uno tiene su propio estilo único, y si quieres ir a alguno de los más populares y emblemáticos, apunta en tu itinerario a Szimpla Kert, Fogas Ház e Instant-Fogas.
Conoce más sobre los “ruin bars” en el Free Tour nocturno por Budapest.
En tu lista de cosas que ver en Budapest en 3 días no puede faltar el emblemático Castillo de Buda. Una breve subida en funicular te llevará a este antiguo palacio real, construido en el siglo XIII, que ahora alberga la Galería Nacional, el Museo de Historia de Budapest y la Biblioteca Széchenyi.
Este Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ha sido objeto de numerosas remodelaciones durante 800 años, por lo que hacer una visita guiada para escuchar los secretos escondidos en sus habitaciones, así como apreciar las vistas, se considera una actividad turística por excelencia.
Puedes conocer a fondo el distrito del castillo participando en el Free Tour Castillo de Buda y Bastión de los Pescadores.
Los lugareños lo llaman Halászbástya, los turistas lo llaman Bastión de los Pescadores, pero después de comprobarlo de primera mano, ¡entenderás por qué es considerada la mejor vista de Budapest!
Construida entre 1895 y 1902, esta terraza se compone de siete torres que dan al río. Cada una pretende representar una de las siete tribus húngaras que fundaron la ciudad. Por su posición estratégica en la colina del castillo, ofrece unos paisajes de ensueño que no querrás perderte.
Gran parte del área es gratuita, así que todo lo que necesitas es llevar tu cámara y disfrutar de una de las mejores cosas que ver en Budapest con niños.
La Catedral de San Esteban, de estilo neoclásico, es un infaltable cuando hablamos de qué ver en Budapest en 3 días. No solo es la más grande y emblemática de la capital húngara, sino que también alberga uno de los tesoros más sagrados del país: una mano momificada de Esteban I, su primer rey.
En la plaza del mismo nombre, se instala el mercado navideño más importante de Budapest.
En su interior hay hermosas obras de arte, y todos los lunes tienen lugar recitales de órgano. Además de ser un sitio religioso, junto al Parlamento es el edificio más alto de Budapest, así que asegúrate de tomar el ascensor hasta la terraza y hacer la fotografía perfecta para tus redes sociales.
Descubre más sobre la historia de esta catedral y lugares muy destacados de la ciudad en el Free Tour Imprescindible de Budapest.
Esta iglesia católica neogótica es una de las más singulares de Europa. Se transformó en mezquita durante la ocupación otomana de 1541 y siguió siendo un lugar de culto islámico hasta la expulsión turca casi 150 años después, aunque sigue manteniendo sus colores y diseños de aquel entonces.
En su interior se dejan ver enormes techos abovedados y una decoración ornamental. No olvides visitar la Colección de Arte Eclesiástico y ver las réplicas de joyas reales y otros artefactos religiosos, así como la cripta medieval donde están enterrados el rey Béla III del siglo X y su esposa Agnes.
Una escapada de 3 días a Budapest debe incluir sí o sí una visita al antiguo barrio judío, ubicado en el Distrito VII y marcado por el Holocausto. Recordemos que aquí una cuarta parte de la población era judía, y que los judíos jugaron un papel clave en el desarrollo de la economía y las artes.
Lo primero que harás es adentrarte en su historia, obviamente, pero el barrio judío también alberga la impresionante Sinagoga de Budapest, la segunda más grande del mundo. Justo a su lado, además, está el conmovedor Árbol de la Vida, una escultura en memoria de los mártires del holocausto.
Descubrirás todos los secretos e historias de este lugar y su sinagoga, apuntándote al Free Tour por el Barrio Judío de Budapest. Un interesante recorrido de 2,15 horas con guía en español.
Una experiencia imprescindible si vas a visitar Budapest es pasear por Vaci Utca, la calle comercial más famosa de la ciudad.
Es el sitio ideal para ir de compras en Budapest. La lista de cosas que puedes encontrar aquí es muy variada. Además de las típicas tiendas de souvenirs, espera ver artículos folclóricos, floristerías con encanto, zapatos hechos a mano, cafés, restaurantes, vinotecas y tiendas exclusivas de diseñadores, como Furla, Bershka, Zara y Adidas.
Llena de elegantes tiendas, cafés y magníficos edificios, la arbolada avenida Andrássy es la versión de Budapest de los Campos Elíseos. Este gran bulevar de 2.3 km conecta el centro de la ciudad con la Plaza de los Héroes (Hosök Tere), la más grande de Hungría, rodeada de diversas galerías de arte.
El punto focal de esta hermosa plaza es un pilar de 36 metros coronado por el Arcángel Gabriel. También alberga un monumento icónico con estatuas de los siete jefes de los magiares, quienes se cree que llevaron al pueblo húngaro desde Asia central hasta la cuenca de los Cárpatos.
Descubre más sobre la historia de este emblemático lugar, así como más anécdotas en el Free tour Leyendas y Misterios de Budapest.
No existe mejor forma de conocer una nueva cultura que explorando un mercado tradicional, más si se trata de una obra arquitectónica de mucho valor patrimonial. La estructura neogótica, también conocida como “la catedral de hierro de Budapest” fue inaugurada en 1897 y es la mejor manera de observar el desarrollo de la vida local.
Aquí encontrarás además delicias húngaras de gran calidad como encurtidos, especias (como la paprika húngara), embutidos, aparte de platos típicos ya preparados, como el tradicional goulash.
Ya sea en la cubierta al aire libre o detrás de la comodidad del cristal, navegar por uno de los ríos más famosos de Europa ofrece una perspectiva realmente única de la capital húngara.
Durante el día, puedes disfrutar de una bebida mientras vas viendo todo y escuchando la audioguía en español; por la noche, elige entre hacer el mismo recorrido bajo las estrellas o unirte a una vibrante fiesta a bordo. Sea cual sea tu estilo, añádelo a tu lista de qué hacer en Budapest en 3 días.
Budapest está llena de estatuas por doquier. El sur de Buda, por ejemplo, alberga unas 50 estatuas, bustos y placas de Lenin, Marx y algunos de sus aliados, como Béla Kun. El Memento Park también es el hogar de diversas representaciones y monumentos conmemorativos del pasado comunista.
Estas son algunas de las estatuas más famosas de Budapest y su ubicación:
• Columbo, cerca del Teatro Nacional de Comedia. Ver Mapa
• El policía gordo, no muy lejos de la Basílica de San Esteban. Ver Mapa
• Ronald Reagan, en la Plaza de la Libertad (Szabadság Tér). Ver Mapa
• La pequeña princesa, a orillas del Danubio. Ver Mapa
Finalizamos con la Ópera de Budapest, una auténtica joya de la arquitectura neorrenacentista. Se inauguró en 1884, por encargo del emperador Francisco José, y destaca por sus columnas de mármol, techos abovedados dorados, una enorme lámpara de araña de bronce y hermosos murales y frescos.
El suntuoso interior tiene una capacidad para más de 1200 asientos y una acústica excepcional, así que vale la pena hacer una visita guiada o, mejor aún, ver un espectáculo o concierto. No nos extraña que, para muchos, sea lo más bonito que ver en Budapest.