El barrio de Belém en Lisboa concentra algunos de los monumentos más emblemáticos de Portugal. Te invitamos a descubrir la historia y monumentos de este encantador barrio a orillas del río Tajo.
Sin desmerecer a otros barrios de Lisboa, Belém es uno de los lugares más importantes de la ciudad. Dentro de sus límites se encuentran edificios históricos que evocan tiempos de exploración, aventura y conquista, donde conviven el temor a la invasión junto al fervor religioso. Un paseo por Belém es como viajar en el tiempo mientras disfrutas de un rico pastel de crema.
Actualmente, Belém es considerado un barrio más de Lisboa, pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en que el río Tajo era toda una barrera. Pero se construyeron puentes, se descubrieron nuevas tierras al otro lado del océano y esas riquezas transformaron a Belém para siempre.
Puedes descubrir este histórico barrio sin gastar demasiado haciendo un Free Tour por Belém, de dos horas y media y totalmente en español.
A sólo 7 kilómetros del centro de Lisboa se encuentra Belém con sus calles empedradas, sus monumentos, el río Tajo y varios siglos de historia que se muestran como un libro abierto a todo aquel que quiera conocerlo. Es sin duda alguna un epicentro turístico y un lugar esencial incluso si visitas Lisboa en un fin de semana.
Para conocerlo y recorrerlo a fondo necesitarás dedicar un día entero, sobre todo si deseas entrar a sus principales monumentos, listados a continuación.
El Monumento a los Descubrimientos (Padrão dos Descobrimientos, en portugués) se encuentra en el borde de la orilla norte del río Tajo y es uno de los monumentos más importantes de Portugal.
El Monumento a los Descubrimientos tiene forma de proa de barco donde están esculpidas decenas de figuras destacadas de la historia de la navegación portuguesa.
Está conformado por una losa de hormigón que tiene 52 metros de altura. Fue construido en el año de 1.960 para conmemorar el fallecimiento de Enrique el Navegante, quien fue una importante figura en los tiempos de la exploración del nuevo mundo.
El Monasterio de los Jerónimos se encuentra ubicado en la Plaza del Imperio, frente al Monumento a los Descubrimientos. Fue construido para dar refugio a los peregrinos por Enrique el Navegante. Más tarde, en el 1.501 fue ampliado para servir de lugar de descanso a los miembros de la realeza y como iglesia para los aventureros que embarcaban siguiendo los pasos de vasco de Gama.
Con el paso del tiempo se convirtió en un símbolo histórico del éxito de los marineros portugueses hasta ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En la actualidad, además de seguir sirviendo como centro religioso, el Monasterio de los Jerónimos también alberga exposiciones del Museo Nacional de Arqueología y del Museo Marítimo.
La Torre de Belém es una fortificación que se construyó originalmente para proteger a la ciudad de los posibles invasores que pudieran arribar por el río Tajo. Se cimienta sobre una pequeña isla al margen norte del río. Su nombre original fue Torre de San Vicente (Torre de São Vicente, en portugués) y fue mandada a construir por Manuel I de Portugal entre los años 1.515 y 1.520.
Hoy en día la Torre de Belém es uno de los monumentos más visitados de todo Portugal.
Aunque podrás encontrar imitaciones en toda Lisboa y Portugal, los originales sólo podrás degustarlos en la Fábrica de los pastéis de Belém. Los pasteles son elaborados con una receta que es tan secreta como la fórmula de la Coca-Cola desde el año 1.837.
Los pasteles de Belém son una delicia procedente del monasterio, cuyos monjes comenzaron a elaborar para conseguir fondos que sustentaran su propia existencia. Con el pasar del tiempo, la elaboración de los pasteles comenzó a hacerse de manera más organizada bajo un proceso industrial, pero siempre manteniendo la receta original.
En la actualidad todos los empleados de la pastelería deben firmar un contrato donde se comprometen a no desvelar la receta original de los pasteles.
La mejor manera de llegar a Belém desde Lisboa es mediante el tranvía. Debes tomar la línea E15 desde el centro de Lisboa (estaciones Praça da Figueira, Praça do Comércio o Cais do Sodré) el recorrido tarda unos 30 minutos y acaba en Belém, así que no debes preocuparte por pasarte de estación.
Hay lugares de Lisboa donde no llega el bus turístico, como es el caso de Alfama. Por fortuna puedes recorrer fácilmente ese emblemático barrio a bordo del tranvía turístico de Lisboa, que también pasea por lugares de Graça, Barrio Alto y Chiado.
Hay cruceros por el río Tajo que sirven para llegar a Belém y que ofrecen opciones divertidas y con vistas increíbles. Podrás conocer Lisboa desde la perspectiva de navegar por el río Tajo haciendo el recorrido las veces que quieras durante 24 horas.
En tu viaje a Lisboa descubrirás que es una ciudad hermosa, habitada por gente amable que siente orgullo por su pasado y optimismo por el futuro. Visitar la capital de Portugal sorprenderá gratamente a todos tus sentidos y para que no te pierdas de nada te invitamos a conocer todas las opciones de excursiones y actividades en Lisboa.